Una oración sincera
Me encanta la escena de la película “Todopoderoso“, cuando el personaje central, Bruce Nolan, interpretado por Jim Carrey llega ante Dios (Morgan Freeman) y este lo reta a hacer una oración. La oración entonces fue: “Señor, ayuda al hambriento y lleva paz a toda la humanidad”. Luego sigue este diálogo:
Dios- Esta oración está bien, si quieres ser la Miss Universo. (pausa)
Ahora, ¿que es lo que realmente te importa?
Bruce – Grace (su amada, que lo había dejado)
Dios – ¿Quieres que vuelva?
Bruce – No! Quiero que pueda ser feliz…
Finalmente, Bruce hace una oración sincera, una oración en la que no pide nada que realmente no quiera y no pide nada para su propia satisfacción, sino solo para la felicidad de su amada. Una oración sincera que viene del fondo de su corazón.
Necesitamos más oraciones sinceras. Oraciones que buscan no solo nuestra satisfacción personal o necesidades materiales, sino oraciones donde le manifestamos a Dios lo que realmente queremos. Orar por la paz y la felicidad de nuestro cónyuge, hijos y amigos de la familia. Orar por la felicidad de alguien que amamos, expresándole a Dios lo más sincero que hay en nosotros. No es una simple repetición de palabras o una oración egoísta, sino una oración sincera que viene del fondo del corazón.
Entonces pregunto: ¿qué es lo que realmente te importa? ¿Que tal orar por eso ahora mismo? Si, es Hora de orar.
Oración: Señor, quiero tener más oraciones sinceras. No quiero orar solo por mis necesidades materiales, sino que quiero buscar en lo profundo de mi corazón lo que realmente tiene valor en mi vida y presentarlo ante ti. Amén!
Versículo base: “Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.” (NVI) Mateo 6: 7-8