Una ciudad sin murallas
En la segunda quincena de mayo de este año, me llamó mucho la atención, dos noticias en particular. La primera fue en Bogotá, la capital de Colombia: un bus pasó sobre un charco de agua y mojó a un motociclista, que enojado, persiguió al bus y le disparó en la cabeza al conductor, quien ahora se encuentra hospitalizado en estado grave. La segunda, sucedió en Miami: una mujer llevaba a sus 6 hijos a la escuela cuando tuvo una discusión en el tránsito con otro conductor. Éste, sacó un arma y le disparó a la mujer, que terminó muriendo, frente a sus hijos.
Cada vez que veo noticias similares, donde ocurren tragedias como resultado de la total falta de dominio propio, recuerdo un valioso versículo de la palabra de Dios, registrado en Proverbios, capítulo 25. Este versículo dice: “Como ciudad invadida y sin murallas Es el hombre que no domina su espíritu.“
En el tiempo en que se escribieron estas palabras, nada daba más seguridad a una ciudad que sus murallas. Una ciudad sin murallas, era una ciudad vulnerable, que estaba expuesta a ataques en cualquier momento y desde cualquier lado. Pero una ciudad con murallas, estaba protegida. Cuanto más altos o más resistentes sus muros, más difícil era invadir y dominar una ciudad.
Una persona sin dominio propio es como una ciudad sin murallas. Es vulnerable a todo lo que sucede a su alrededor. Y como encontramos en 1ª Pedro 5:8, “Sean de espíritu sobrio, estén alerta. Su adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.”. El diablo busca ciudades sin muros, porque sabe que son vulnerables. Y pondrá ante estas personas, situaciones para que su ira y falta de autocontrol, destruya su propia vida y la de todos los que le rodean.
Reflexiona ahora: ¿eres una ciudad sin murallas? ¿Te irritas y pierdes el control ante las situaciones que se presentan en tu día a día? Desde hoy, decide buscar diariamente a Dios y su palabra, para desarrollar los frutos del Espíritu Santo en tu vida (vea Gálatas 5:22-23).
Oración: Señor, no quiero ser una ciudad sin muros, alguien que se enoja fácilmente. Más bien, quiero tener dominio propio y desarrollar todos los frutos del Espíritu Santo en mi vida. Amén.
Verso Base: Como ciudad invadida y sin murallas es el hombre que no domina su espíritu. (NVI) Proverbios 25:28
Dios siempre nos habla,me gusta su formato de oración y palabra.