Todo tiene su tiempo

Es muy interesante ver cómo nuestro pensamiento cambia con la edad. A partir de los 40 años, mi mentalidad comenzó a cambiar mucho y ya no quería tener títulos, un gran sueldo o un puesto de influencia. Solo quería ser feliz, tener calidad de vida y cumplir mi propósito aquí en esta tierra. Y hace unos días encontré esta definición de etapas de la vida que me pareció fantástica y quiero compartir con ustedes:

Fundación: 0 a 20 años – recibiendo influencia de padres, compañeros y de las circunstancias cruciales.

Preparación: 20-30 años: ganando educación y experiencia, comenzando a tomar decisiones sobre el amor y el estilo de vida.

Iniciación: 30-40 años: aprender cuáles son sus fortalezas y debilidades a medida que amplía sus responsabilidades en el trabajo y en el hogar.

Dominio: 40 a 60 años: dedicarse a la tarea que Dios tiene reservada para usted.

Consolidación: +60 años – enfocándose en su legado, herencia, resolviendo problemas de relación.

Estas definiciones me mostraran que hay tiempo para todo en esta tierra. Y tenemos que aprender a vivir cada paso con lo que nos aporta. Y colocando a Dios en el centro de nuestra vida.  

Oración: Señor, gracias por cada paso de mi vida. Mi deseo siempre es cumplir su propósito y comprender que hay un momento para todo. Amén.

Versículo base: Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; un tiempo para matar, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir; un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse; un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir; un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar; un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser; un tiempo para callar, y un tiempo para hablar; un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz. (NVI) Eclesiastés 3: 1-8