Tiempo de calidad
¿Sabes cuánto tiempo, en promedio, un futbolista profesional tiene el balón, durante un partido? Entre 1 minuto y medio y 2 minutos. El juego dura 90 minutos, pero el tiempo que realmente el jugador tiene el balón es inferior a 2 minutos. Es decir, durante 88 minutos simplemente correrá y se posicionará, sin tener el balón. Sin embargo, en esos menos de 2 minutos en los que tendrá el balón en los pies, será cuando tendrá la oportunidad de marcar la diferencia en el partido.
Qué tan similar puede ser la vida. Pasamos gran parte de nuestro tiempo corriendo de un lugar a otro. Pero ignoramos que son esos “2 minutos” los que marcan la diferencia. Son los 2 minutos en los que tenemos la “pelota” y podemos cambiar el partido, transformar el juego, alcanzar nuestros resultados.
Tú trabajas y corres todo el día. Siempre está ocupado con sus actividades. Pero debes entender que estos “minutos” que pasas con tus hijos son los que cambian los resultados en sus vidas. Estos minutos que dedicas a tu familia marcan la diferencia. También el tiempo dedicado a tu devocional y el tiempo de oración con Dios, te cambia el juego. Es necesario que sepas y comprendas que no es necesario dedicar la mayor parte de tu tiempo a Dios y a la familia, sino dedicar una pequeña parte, pero con calidad. No es cantidad y si, calidad.
Estos “2 minutos” serán valiosos si el pase tiene calidad, si el regate es decisivo, si el tiro a portería es certero. No es la cantidad de tiempo, sino la calidad del mismo. Busca tiempo para leer la Biblia, orar y compartir con tu familia. Desconecta de todo y marca un gol.
Medita sobre esto y regala tiempo de calidad a Dios y a tu familia.
Oración: Señor, quiero pasar tiempo de calidad contigo y con mi familia. Sé que mis obligaciones profesionales ocupan mucho de mi tiempo, pero el tiempo que te dedico a ti y a mí familia será de calidad. Amén.
Aprovecha bien tu tiempo
15 Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios.
16 Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos.
Efesios 5:15-16 (NTV)