¿Hay algo que realmente quieras?
The founder o “El fundador” es una película (disponible en Netflix) que cuenta la historia de la tienda de comida rápida Mc’Donalds y su increíble expansión para convertirse en la cadena de restaurantes más importante del mundo. La parte más interesante de la historia (además de una ser una masterclass fantástica sobre modelo de negocios) es descubrir que fue Ray Krocs y no los hermanos “Donalds”, quien llevó al mundo el exitoso modelo de negocio desarrollado por ellos. Y en la parte final de la película, Ray Krocs destaca la mayor virtud de un hombre exitoso: la persistencia.
Puedes ver la película y cuestionar el carácter o la calidad del ser humano que fue Ray Krocs, sin embargo, no puedes negar que la persistencia fue un sello distintivo en su vida. Y una característica que marcó la diferencia.
Quizás hoy estes pensando en renunciar a un trabajo, un proyecto, una empresa o incluso a tu matrimonio o a la familia. Quién sabe, hasta has considerado renunciar a un hijo. Sin embargo, Jesús nos enseñó el secreto de la persistencia con dos ilustraciones diferentes.
En Lucas 11 cuenta la historia de un amigo que va a la casa de otro amigo en medio de la noche y pide 3 pedazos de pan. “Les digo que, aunque no se levante a darle pan por ser amigo suyo, sí se levantará por su impertinencia y le dará cuanto necesite”, Lucas 11: 8. Y Lucas 18 también cuenta una historia similar de un juez injusto y una viuda que pidió justicia en su caso. “Como esta viuda no deja de molestarme, voy a tener que hacerle justicia, no sea que con sus visitas me haga la vida imposible”, Lucas 18: 5
¿Hay algo que realmente quieras? ¿Hay algo que quieras con todas tus fuerzas? ¡Persista! ¡Nunca te rindas! Ora, clama, pida a Dios una y otra vez. Si hasta el juez injusto cede ante la persistencia, ¿cuánto más nuestro Dios no concederá su solicitud, si persiste en la oración?
Oración: Señor, quiero aprender a ser persistente. ¡No quiero rendirme fácilmente! Enséñame a perseverar en todo y en especial, en la oración. ¡Amén!
Versículo base: Les dijo: “Había en cierto pueblo un juez que no tenía temor de Dios ni consideración de nadie. En el mismo pueblo había una viuda que insistía en pedirle: ‘Hágame usted justicia contra mi adversario.’ Durante algún tiempo él se negó, pero por fin concluyó: Áunque no temo a Dios ni tengo consideración de nadie, como esta viuda no deja de molestarme, voy a tener que hacerle justicia, no sea que con sus visitas me haga la vida imposible.’ “ Continuó el Señor: “Tengan en cuenta lo dicho por el juez injusto. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? (NVI) Lucas 18:2-7