Sucedió ayer

Anoche, un repartidor de pizzas no pudo llegar a tiempo para hacer una entrega porque llovía mucho, las calles estaban resbaladizas y el tráfico colapsado. Cuando llegó, el cliente ya no quería recibir el pedido y a ese repartidor le descontaron de su salario el valor de la pizza. También ayer, en un restaurante, la mesera que había sido golpeada por su esposo la noche anterior no fue atenta y eficiente al atender a un cliente, quien se quejó de ella con el gerente del lugar y fue despedida. Y justo ayer, la empleada domestica de una familia estaba somnolienta y descuidada, ya que pasó la noche en vela cuidando a su bebé con fiebre, y escuchó humillaciones de su patrona con palabras como “inútil” e “incapaz”.

Estas historias sucedieron ayer y volverán a suceder hoy. Y mañana también, se repetirán. Porque pasan todos los días. Estas historias no necesitan nombres, lugar y fecha. Suceden todo el tiempo, en cualquier lugar de este mundo, que está lleno de gente egoísta, insensible y sin ninguna empatía hacia los demás.

¿Y qué podemos hacer tú y yo? Podemos renunciar a nuestros “derechos” y ponernos en el lugar del otro. Cuando no te sirvan bien, recuerda que no sabes las circunstancias que pueden estar detrás de un mal servicio. No siempre será mala voluntad, pereza o descuido. La raíz puede ser mucho más profunda.

Finalmente, recuerda lo que aprendiste en la palabra de Dios: “Como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que os toleréis unos a otros”.

Oración: Señor, quiero tener un corazón como el tuyo, lleno de compasión, bondad, humildad, amabilidad y paciencia. Ayúdame a ver más allá de lo que mis ojos pueden ver, en la vida de mi prójimo. Amén.

Versículo Base: Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que os toleréis unos a otros y os perdonéis si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor os perdonó, perdonad también vosotros. (NVI) Colossenses 3:12-13