Si supieras lo que Dios puede dar
En Juan, capítulo 4, se registra el encuentro de Jesús con una mujer samaritana, junto a un pozo. Los samaritanos y los judíos no eran “grandes amigos”, pero Jesús le pide a la mujer samaritana que le sirva un poco de agua. Luego comienza un diálogo entre ellos hasta llegar al versículo 10, donde Jesús le dice a la mujer: “Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida”.
De este versículo quiero extraer hoy sólo la primera parte, donde Jesús dice: “Si supieras lo que Dios puede dar…”. Me pregunto, entonces, cuántas personas pasan por esta tierra sin nunca saber todo lo que Dios tenía para darles. Todavía pienso en cuántas cosas tiene Dios para mi vida que aún no sé o que no he recibido por mi orgullo, terquedad y pecado.
Si supieras lo que Dios puede dar, seguramente orarías diariamente o meditarías más en la palabra de Dios. Si supieras lo que Dios puede dar, probablemente te quejarías menos, agradecerías más y tratarías mejor a los demás. Si supieras lo que Dios puede dar, tal vez no tendrías un corazón tan triste y amargado. Si tan solo supieras…
El desafío para hoy es este: busca a Dios en oración, entrega tu vida a Él y luego descubre lo que Él tiene reservado para ti.
Oración: Señor, quiero saber lo que tienes para mi vida. Por eso hoy te entrego mi corazón, mis preocupaciones, miedos y angustias. ¡Amén!
Versículo base: Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua –contestó Jesús–, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua que da vida (NVI) Juan 4:10