Saint Kilda

Un barco a vela va afrontar una tempestad. Salmos 37:19

Saint Kilda es un archipiélago, considerado la parte más aislada de las Islas Británicas, en el Reino Unido. Estuvo habitada hasta 1930, cuando sus últimos 36 habitantes fueron evacuados. Se cree que Saint Kilda estuvo habitada durante más de 5,000 años, aunque los primeros registros de población en la isla fueron en el año 1202. La isla era autónoma y los habitantes vivían de la agricultura y de las aves marinas. Todo se compartía por igual entre todos y las decisiones en la comunidad se tomaban en asambleas, sin que ninguno de los miembros asumiera un papel de liderazgo. Los últimos 36 habitantes solicitaron su evacuación y fueron llevados a Argyll, al oeste de Escocia, donde recibieron casas y empleos como agentes forestales del gobierno.

Sin embargo, la adaptación no fue fácil, ya que no entendían cómo funcionaba el capitalismo, pues estaban acostumbrados a una política en la que todo era dividido por igual. El salario no era suficiente, no sabían cómo administrar el dinero y tenían muchos problemas con su adaptación. También tenían baja inmunidad a la enfermedad y algunos de los niños murieron de tuberculosis unos años más tarde.

No es el más fuerte que sobrevive, ni el más inteligente, sino el que mejor se adapta a los cambios”, dijo una vez el profesor Leon C. Megginson. Cada cambio trae sus desafíos. Y el año 2020 trajo cambios importantes. Quizás ni la más pesimista de las matrices “DOFA” haya podido predecir en sus amenazas una pandemia global que ha cerrado tiendas y fábricas en todo el mundo. Nos sacaron a la fuerza de nuestra “Saint Kilda“. Y muchos pueden pensar que no estan preparados para vivir en este mundo.

Sin embargo, debemos recordar a quien nos cuida. “El Señor protege la vida de los íntegros, y su herencia perdura por siempre. En tiempos difíciles serán prosperados; en épocas de hambre tendrán abundancia.“, Salmos 37: 18 y 19. Nuestro mundo puede haber cambiado, nuestra “Saint Kilda” ya no existe. ¡Pero Dios no cambia! ¡Él sigue siendo Dios!

Oración: Señor, quiero confiar en ti y en tu provisión en todos los momentos de mi vida. Todos a mi alrededor pueden cambiar, ¡pero tú sigues siendo el mismo! ¡Todavía eres Dios! ¡Amén!

Versículo base: El Señor protege la vida de los íntegros, y su herencia perdura por siempre. En tiempos difíciles serán prosperados; en épocas de hambre tendrán abundancia. (NVI) Salmos 37:18-19

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