“Quiero hablar con mi abogado”
Si alguna vez lo arrestan por cualquier motivo, ya sea culpable o no, cuando lo lleven para interrogarlo, simplemente diga la siguiente frase: “Quiero hablar con mi abogado”. Desde el momento en que dices esta frase, todo interrogatorio debe suspenderse. Y si eso no sucede, debes insistir en esta frase hasta que seas atendido. En Colombia y en la gran mayoría de los países del mundo, la presencia y asistencia de un abogado en todos los interrogatorios es obligatoria, incluso en la fase inicial de la investigación. Pero si no solicitas su presencia, lo que digas podría ser usado en tu contra en el futuro.
Y por fortuna, ya tenemos un abogado. Cuando Satanás nos acusa ante Dios de nuestros pecados (y de hecho, somos culpables), tenemos un “abogado para con el Padre, a Jesucristo el Justo“. Él hablará por nosotros y a través de él, y no recibiremos el merecido castigo. Parece injusto, ¿no? Pero no es injusticia, y si, gracia y misericordia.
Sin embargo, para que Jesús nos represente ante el Padre, es necesario que lo llames. Debes nombrarlo como tu abogado, entregándole tu vida y declarándolo tu Señor y Salvador.
Oración: Señor, quiero que seas mi abogado. Por eso te entrego mi vida. Amén.
Versículo Base: Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado para con el Padre, a Jesucristo el Justo. Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. (NBA2005) 1 Juan 2:1-2