¿Qué más me falta?

En Mateo, en el capítulo 19, encontramos el relato del encuentro de un joven rico con Jesús. El joven se acerca a Jesús buscando la respuesta a algo que preocupa su corazón.

He aquí vino uno a él y le dijo: — Maestro, ¿qué cosa buena haré para tener la vida eterna?

Mateo 19:16

Jesús entonces responde:

Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 

Mateo 19:17

El joven, sin embargo, necesita estar completamente seguro de la vida eterna. Siente que necesita comprobar si los mandamientos que ha estado cumpliendo, son en realidad los mandamientos de Dios. Y luego pregunta: “¿Cuáles?”

Y Jesús responde:

No cometerás homicidio, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo. 

Mateo 19:18-19

El joven se da cuenta de que todos los mandamientos mencionados por Jesús los ha cumplido. Pero es curioso ver que el joven sigue insatisfecho. Él sabe que le falta algo. Aunque es un hombre correcto, que sigue los mandamientos del Señor, siente en su corazón que todavía le falta algo.

Todo esto he guardado. ¿Qué más me falta?

Mateo 19:20

Jesús estaba esperando este momento en la conversación. Jesús conocía el corazón de aquel joven, mucho mejor de lo que todos pensaban. Y le revela al joven el motivo de sus dudas. Finalmente el joven entenderá, porque en su corazón sentía que Dios no ocupaba el primer lugar en su vida.

Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dalo a los pobres; y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

Mateo 19:21

Cuenta la historia que aquel joven salió de allí triste, porque tenía muchas riquezas. Vender todo lo que tenía y dárselo a los pobres, significaba renunciar a lo que para él era más valioso. Pero también es interesante ver que Jesús llega incluso a decir “si quieres ser perfecto”. En otras palabras, Jesús reconoció que el joven era correcto en todo. Jesús sabía que estaba frente a alguien que buscaba en su corazón hacer todo según las enseñanzas de Dios. Pero todavía faltaba algo. Algo todavía estaba ocupando el lugar de Dios en su vida.

Yo lo invito hoy a tener el mismo coraje que aquel joven rico tuvo, y preguntarle a Dios: “¿Qué más me falta?” Ésta es sin duda una pregunta valiente, porque la respuesta puede resultarle tan decepcionante como lo fue para el joven rico. Pero es una pregunta que todos debemos hacer.

Espero que tengas el coraje de hacerlo.

Oración: Señor, hoy vengo ante ti para preguntarte: ¿qué más me falta? Revélame Señor, qué ha ocupado el primer lugar en mi vida y qué necesito entregar o dejar, para que tú puedas ser el centro de mi vida. Amén.

Versículo base: He aquí vino uno a él y le dijo: — Maestro, ¿qué cosa buena haré para tener la vida eterna? Él le dijo: —¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Hay uno solo que es bueno. Pero si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: —¿Cuáles? Jesús respondió: —No cometerás homicidio, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.  El joven le dijo: —Todo esto he guardado. ¿Qué más me falta? Le dijo Jesús: —Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dalo a los pobres; y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Pero cuando el joven oyó la palabra se fue triste porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: —De cierto les digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. (RV2015) Mateo 19:16-23