Pregunte más y hable menos
El título de esta reflexión es un consejo muy simple para que puedas ser una mejor persona: pregunte más y hable menos.
Si ya te has tomado un curso o has trabajado con algún “coach“, sabrás que el secreto de un buen “coach” es saber preguntar. Un proceso de “coaching” tiene como objetivo llevar a una persona a encontrar sus propias respuestas. Para esto, es necesario hacer las preguntas correctas. Se trata de hacer preguntas y no de dar respuestas.
Por otro lado, las personas que preguntan más y hablan menos, en consecuencia, se convierten en buenos oyentes. Y cuando desarrollamos el hábito de preguntar en lugar de hablar, obtenemos más información con las personas, desarrollamos la capacidad de ponernos en su lugar (empatia) y nos tornamos una compañía más agradable.
Finalmente, la Bíblia aún nos advierte que “el que mucho habla, mucho yerra” (Proverbios 10:19) e “hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio”. (Proverbios 17:28).
Oración: Señor, quiero aprender a ser un buen oyente. Ayúdame a preguntar más y hablar menos. Amén!
Versículo base: “Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse” (NVI) Santiago 1: 19