Porque Él vive, espero el mañana

La tumba vacía de Cristo. Lucas 24:5

Una de las cosas que más extraño de los años 90 son las serenatas de Pascua, que hacíamos con el grupo de jóvenes de la iglesia, en el pueblito donde nací (Ijuí), en Brasil. No sé si los jóvenes de hoy todavía mantienen la tradición. Pero fue un tiempo muy especial para todos nosotros. Durante toda la madrugada de sábado a domingo, íbamos de casa en casa, solo voz y guitarra, anunciando la resurrección de Cristo. Entre otros himnos, estaba este:

Porque Él vive, espero el mañana
Porque Él vive, ya no hay temor
Porque el futuro ya está seguro

Vale la pena el vivir con el Señor

El hombre ha construido muchas cosas. Enormes edificios, puentes y computadoras. Creó el automóvil, el avión y los barcos. Cruzó los mares. Conectó al mundo entero a través de internet. Viajó a la luna, desbravó el espacio. Desarrolló el trasplante de sangre y de órganos. Encontró cura para muchas enfermedades, antes llamadas incurables. El hombre ha logrado muchas cosas. Pero aún no es capaz de vencer la muerte. Solo Cristo resucitó de la muerte. Por eso, porque Él vive, espere el mañana. Y es por eso que también sé que mi vida está en manos de mi Jesús que está vivo.

Mis amigos Tiago y Gabriela, de la banda Creio em Ti, de Novo Hamburgo, Brasil, grabaran este bello himno, en portugués, especialmente para los lectores de Hora de Orar.

Oración: Señor, porque Cristo vive, tengo esperanza para el mañana. Y sé que vencer a la muerte es la más grande de todas las victorias. Amén!

Versículo base: “Encontraron que había sido quitada la piedra que cubría el sepulcro y, al entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras se preguntaban qué habría pasado, se les presentaron dos hombres con ropas resplandecientes. Asustadas, se postraron sobre su rostro, pero ellos les dijeron: –¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes en Galilea: Él Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará.’ Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús.” (NVI) Lucas 24: 2-8

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *