Objetos perdidos

Cuando estuve por primera vez en el Parque Beto Carrero, en Brasil, perdí un tablet, prácticamente nuevo. Cualquiera que se haya perdido algo sabe la terrible sensación que trae. Un poco desacreditado, fui a la sección de “objetos perdidos” del parque y para mi sorpresa, ¡el tablet estaba allí! ¡Que alivio!

La Biblia dice en Lucas 15 que los fariseos criticaban a Jesús por caminar con los pecadores. “Este hombre recibe pecadores y come con ellos”, dijeron los fariseos. Entonces, Jesús, sabiendo esto, contó tres parábolas bien conocidas por aquellos que estudian la Palabra de Dios: la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo. Todas estas parábolas enfatizan la alegría de aquellos que encuentran algo que han perdido.

Lucas 15: 7 dice “Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.” Wow! Hasta suena injusto, ¿verdad? ¡Sin embargo, el amor de Dios por los perdidos es tan grande que organiza fiestas en el cielo cada vez que un pecador se arrepiente!

Mi fiesta ya ha sucedido, ¿y la tuya?

Oración: Señor! ¡Te agradezco por rescatarme! ¡Gracias que tengo acceso a tu salvación! ¡Mi vida te pertenece! Amén.

Versículo base: “Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.” (NVI) Lucas 15: 7