No te desanimes en el día de la aflicción

Imagina que eres un joven futbolista, juegas como defensa, tienes apenas 20 años, y aparece la rara oportunidad de estar relacionado para jugar un partido para tu club, en el equipo principal. Te quedas en el banquillo y el partido está empatado a 1 x 1. El entrenador decide ponerte en el terreno de juego, ya en el tiempo de acréscimos. Entras faltando 3 minutos para el final y desafortunadamente marcas un auto gol. Y luego después del gol, el árbitro decreta el final del partido. Su equipo pierde 2 x 1 y claramente, fuiste el responsable.

Esta historia es real y sucedió en marzo deste año en uno de los grandes clubes de Porto Alegre, Brasil, en un partido válido por el campeonato estatal. Me puse a pensar en el joven defensa que marcó el gol en contra y en lo que debería estar pasando por su cabeza. Imaginando que no deba ser fácil asimilar tal evento, pensé en las palabras que diría, si tuviera la oportunidad de hablarle. Y muy probablemente serían estas: “¡Bienvenido a la vida real! Ella traerá alegrías y tristezas, victorias y derrotas. Y lo que nunca debes hacer es dejarte abrumar por las dificultades”.

Es praticamente cierto que cometeremos errores en nuestra vida profesional. No todos los proyectos tendrán éxito, ni todos los días serán los mejores. Habrá momentos de fracaso. La gran pregunta, sin embargo, será cómo vamos afrontar esos momentos. Podemos optar por estar abatidos, tristes, desmotivados e iniciar un proceso descendente, o podemos decidir levantar la cabeza, asumir los errores, aprender de ellos y seguir adelante.

En Proverbios, Salomón nos advierte: “Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza.” En otras palabras, el quiere decir: si eres débil en dificultad, entonces eres realmente débil. Así que la invitación de hoy es que seas fuerte. No importa cuánto salió mal lo que ha hecho hasta ahora, necesitas levantar la cabeza y ser fuerte.

Cada día es un nuevo comienzo y una nueva oportunidad para hacer y ser mejores. Pero no podrás hacerlo mejor si estás desanimado. ¡Busca valor y fuerza en Dios! Y podrás superar las derrotas y los “goles en contra” de tu vida.

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Oración: Señor, quiero levantar la cabeza cuando las cosas no salen como esperaba. No permitas que el desánimo me venza. ¡Amén!

Versículo base: Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza. (NVI) Proverbios 24:10