No te compares
Cualquier comparación es injusta porque las variables son muchas. El punto de partida es diferente, el camino a seguir no es el mismo, las oportunidades fueron diferentes y el aprendizaje fue distinto. El éxito o el fracaso de una persona no debe ser un parámetro para determinar un patrón. Nunca!
Entonces, si terminaste la escuela secundaria a los 18 o 35 años, esa es tu historia. Si compró su casa después de los 50 o la heredó antes de nacer, esta es su vida. Si has alcanzado un puesto de supervisor, gerente o simplemente ha sido analista, este es su camino. No te compares con los demás. No dejes que la vida de nadie sea un parámetro para tu vida. Eres único, tu historia es única y toda comparación no tiene sentido.
Compararse negativamente con alguien solo generará insatisfacción, tristeza o envidia. Compararse favorablemente con alguien puede crear orgullo y vanidad. Por lo tanto, debemos mirar y evaluar nuestra vida tan solo por nuestras proprias decisiones y elecciones y no por la trayectoria de los demás.
Oración: Señor, no quiero compararme con nadie. Solo quiero mirar mi vida y decidir siempre tomar mejores decisiones. Amén!
Versículo base: “No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que tanto se recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen.” (NVI) 2 Corintios 10: 12