No son dos mitades

Dos naranjas partidas a la mitad.

Un matrimonio no está hecho por dos mitades, no hay media naranja ni necesitas una tapa para su sartén. Un matrimonio está hecho por dos enteros. Son dos seres, completos, enteros, que se suman. Es decir, son dos enteros cuya suma es 1. Sí, la matemática no explica.

Esta comprensión sobre el matrimonio es importante. No somos seres incompletos que necesitamos a alguien más para completarnos. Somos la creación de Dios, completa y totalmente integral. No a la mitad. Porque nuestro Dios no hace nada a la mitad.

En un matrimonio sólido, tengo la capacidad de visualizar a mi cónyuge como un ser completo, entero, que tiene sueños, metas, deseos y necesidades. Y mi papel como esposo es ser apoyo incondicional en la búsqueda de estos objetivos y sueños. Nos apoyamos y complementamos mutuamente. Para que los propósitos de Dios se cumplan en nuestras vidas y en nuestras familias.

Así que ya no son dos, sino uno solo. Es decir, el 1 + 1 que da 1. La matemática no puede explicar.

Oración: Señor, te doy gracias porque me creaste como un ser único y completo. Y porque junto con mi esposa podemos formar una unidad para cumplir su propósito aquí en esta tierra. Amén!

Versículo base: “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.” (NVI) Mateo 19: 6

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