No entienda para obedecer, obedezca para entender
La oración del título de esta reflexión es del Pastor Luiz Herminio, fundador del Ministerio MEVAM, de Brasil. Y muestra el orden correcto de las cosas. Muchas veces queremos entender primero, y luego obedecer los principios de Dios. Pero no funciona así: “Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante los ojos de Dios”, 1 Corintios 3: 19.
No hay lógica en los principios de Dios desde la perspectiva humana: amar a los enemigos (Lucas 6:27), poner la otra mejilla (Mateo 5:39), perdonar 70 veces 7 (Mateo 18:22), no preocuparse por el mañana (Mateo 6:25). Todo esto es absurdo. ¿Cómo entender esto? No entienda, tan solo obedezca. Por obediencia entenderemos que estos “absurdos” de la palabra son la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
No esperes el entendimiento para obedecer. Por el contrario, obedezca para tener entendimiento.
Oración: Señor, quiero obedecer tus mandamientos, aun cuando parezcan absurdos. Quiero obedecer tus principios, incluso cuando no los entiendo. Amén!
Versículo base: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” (NVI) Romanos 12: 2