Mordedura venenosa

El dragón de Komodo es una especie de lagarto, que se encuentra en las islas de Komodo, Rinca, Gili Motang y Flores, que son islas ubicadas en Indonesia. Es la especie de lagarto más grande del mundo y puede llegar a medir hasta 3 metros de largo y pesar 166 kg. Además, son extremadamente peligrosos, ya que su mordida no solo puede destrozar a un ser humano, sino que los científicos también han demostrado que su mordedura es venenosa.

Sin embargo, una mordida más venenosa que la del dragón de Komodo fue la mordedura del fruto prohibido en el Jardín del Edén (Génesis 3). Allí, el veneno del pecado contaminó a toda la humanidad.

Cada vez que pecamos, nos contaminamos con el veneno del pecado. Este veneno se apodera de nuestro cuerpo, alma y mente, y nos conduce a otras conductas pecaminosas. La práctica del pecado nos convierte en personas egoístas, insensibles, amargadas, malhumoradas. El veneno del pecado en nuestra alma trae odio, resentimiento, desaliento e indiferencia.

Decide hoy decir no a la mordedura venenosa del pecado. Cuando venga la tentación, busca a Dios, ora a Él y entrega esta situación en sus manos.

Oración: Señor, no quiero ser contaminado por la mordedura venenosa del pecado. Quiero estar limpio y ser cada vez más como tú. ¡Amén!

Versículo Base: Hablo en términos humanos, por las limitaciones de vuestra naturaleza humana. Antes ofrecíais los miembros de vuestro cuerpo para servir a la impureza, que lleva más y más a la maldad; ofrecedlos ahora para servir a la justicia que lleva a la santidad. Cuando vosotros erais esclavos del pecado, estabais libres del dominio de la justicia. ¿Qué fruto cosechabais entonces? ¡Cosas que ahora os avergüenzan y que conducen a la muerte! (NVI) Romanos 6:19-21