Los seres humanos son insaciables
Si bebemos mucha agua hoy, no necesitaremos beber agua mañana. ¿Cierto ¡No! ¡De ninguna manera! La realidad es que necesitamos agua todos los días. No somos como los “camellos” que pueden beber hasta 100 litros de agua y no re-hidratarse durante 3 semanas. Si queremos estar sanos, bien hidratados, necesitamos consumir al menos 2,5 litros de agua al día, todos los días.
Una verdad que debemos entender es que los seres humanos son insaciables. Siempre vamos a querer más. Siempre desearemos un carro mejor, una casa más grande, un sofá nuevo o un viaje a un lugar en el que nunca hemos estado. Profesionalmente, siempre estamos buscando un nuevo ascenso, un aumento de salario, un nuevo cliente. Y nuestra alma, igualmente insaciable, también está siempre en busca de algo que pueda saciarla. Y es en esta búsqueda que “bebemos” de las fuentes equivocadas.
Por error, para saciar la sed de nuestra alma, bebemos “Coca-Cola” en lugar de agua. Pero después de tomar una coca cola, querremos otra y luego otra, porque la coca-cola finalmente no quita la sed. Solo puede darnos una falsa sensación de placer momentáneo. ¡Pero la sed permanece!
¿Quién ha sido tu “Coca-Cola”? ¿Tu “coca-cola” es tu trabajo, tu esposa o alguna adicción? Para calmar la insaciable sed de tu alma, ¿a qué fuente has ido? Hoy te invito a beber de la fuente de agua viva, para que nunca más tengas sed.
Oración: ¡Señor, quiero abandonar las “coca-colas” de esta vida, que no sacian la sed de mi alma, y quiero beber sólo de la fuente de agua viva, que es Cristo! ¡Amén!
Versículo base: –Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed –respondió Jesús–, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna. (NVI) Juan 4:13-14