Línea del Ecuador

Un viaje muy interesante que tuve la oportunidad de hacer fue visitar “la mitad del mundo”, en Quito, Ecuador. Allí, además de tomar fotos en las diferentes atracciones, se llevan a cabo algunos experimentos, como equilibrar un huevo sobre un , para demostrar los efectos de la latitud 00 ° 00’00 ‘, así como verificar cómo el agua desciende en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio. sur y en sentido contrario a las agujas del reloj en el hemisferio norte y como simplemente no gira sobre la línea del ecuador.

La palabra ecuador proviene del latín “aequator” o “aequotoris”, que significa “ecualizador o igualador”, ya que es el punto donde la latitud es igual a cero, mientras que los hemisferios norte y sur tienen, respectivamente, latitud norte (N ) y latitud sur (S), que miden hasta 90 °.

Me hace pensar que aun las diferencias físicas de nuestro mundo, tienen un punto en el que “coinciden”, tiene su ecuador, su punto de igualdad, de latitud cero. Y pensar en ello me recordó a Proverbios 22: 2, donde dice que “el rico y el pobre tienen esto en común: a ambos los ha creado el Señor” y a Romanos 2: 11 que dice que “con Dios no hay favoritismos”.

La gran verdad es que usted y yo no somos menos que nadie ante Dios. Tampoco somos más. Dios nos creó a todos, “hasta el malvado fue hecho para el día del desastre”, Proverbios 16: 4. Entonces, qué gran error es considerarme superior o inferior a cualquiera. Cuando me considero más que los demás, soy orgulloso. Y cuando me considero menos que los demás, la baja autoestima se apoderó de mí. Y ambos sentimientos están equivocados y desagradan a nuestro creador.

Mi desafío hoy es buscar esa línea de Ecuador, esa línea de igualdad, que me permite ver que no soy menos y que no soy más que mi prójimo. Y entender eso, me permitirá juzgar menos a los demás y a mí mismo.

Oración: Señor, no quiero ser tomado por el orgullo y tampoco quiero ser una persona de baja autoestima. Solo quiero verme a mí mismo como tu me ves a mí. ¡Amén!

Versículo base: En esta nueva naturaleza no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos. (NVI) Colosenses 3: 11