La hora peligrosa

En el cuento “Lazos de Família“, de la brasileña Clarice Lispector, es relatada la historia de Ana, una madre, esposa y ama de casa con una vida común y corriente, que ocupa su tiempo entre el cuidado de la familia y las tareas del hogar.

Sin embargo, por las tardes llega siempre la llamada “hora peligrosa“, en la que el personaje Ana, tiene tiempo para pensar y reflexionar sobre su vida. Y se llama “hora peligrosa” porque Ana podía perderse en sus pensamientos, reflexionando sobre las decisiones y elecciones que la llevaron a este punto en su “vida adulta“. Una de las conclusiones de su “hora peligrosa” fue que “sin felicidad, también se vive”.

Me pregunto cuántos de nosotros vivimos una vida de conformidad como esta. Llegamos a este mundo y encontramos luchas y adversidades. Nos acostumbramos a ellos y finalmente pensamos que “sin felicidad también se vive”. Entonces, elegimos dejar pasar el tiempo y simplemente nos rendimos. Respiramos, pero no vivimos.

Nuestro creador, sin embargo, tiene planes diferentes para cada uno de nosotros. Él no espera que aprendamos que “sin felicidad también se vive”. Al contrário. Él nos dice que “ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman”, 1 Corintios 2: 9. Sí, sé que es difícil pensar que Dios ha preparado algo simplemente extraordinario, impresionante, maravilloso , inimaginable para nuestra vida. Pero esa es la verdad!

Entonces, no sé cuanto a ti. Pero yo he tomado la decisión de buscar esta vida que “ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado “. Tomé la decisión de buscar al Señor con todas mis fuerzas, hasta que pueda vivir y experimentar lo que “ninguna mente humana ha concebido “. Por lo tanto, en mi “hora peligrosa” busco la palabra de Dios y no mis pensamientos. Es por eso que, en mi “hora peligrosa“, busco la oración y orientación del Espíritu Santo en mi vida.

Y tu ? ¿Qué has estado haciendo en tu “hora peligrosa”?

Oración: Señor, quiero llenar mi mente con tu palabra. En mi “hora peligrosa”, quiero saber más sobre ti y llenar mis pensamientos con todo lo que viene del Espíritu Santo. ¡Amén!

Versículo base: Sin embargo, como está escrito: “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.” Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios. En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. (NVI) 1 Coríntios 2: 9-11