Despreciamos la luz del mundo

La película Naufrago cuenta la historia de un empleado de FedEx llamado Chuck Noland, quien seria el único sobreviviente de un accidente aéreo, y que durante 4 años vivió solo en una isla desierta. Durante ese tiempo aprende a sobrevivir en la isla, con escasos recursos y después de largos 4 años, logra improvisar un bote para salir de la isla y ser encontrado por un bote, en medio del océano.

De vuelta en la civilización, hay una escena que puede no tener relevancia en el contexto de la historia, pero tiene un mensaje profundo. Habiendo regresado a la civilización, Chuck Noland está sentado en su habitación. Enciende y apaga su lámpara de mesa varias veces. En la escena, no se dice una sola palabra, que solo muestra el gesto del personaje principal, encendiendo y apagando la lámpara. Pero aún sin palabras, es posible entender que la escena ilustra lo fácil que es obtener luz en un mundo civilizado, presionando un simple botón, mientras que en la isla desierta, el personaje central pasaba noches en completa oscuridad, hasta que aprendió a hacer fuego. E incluso después de haberlo aprendido, seguía siendo una tarea compleja, cuando comparada con el simple gesto de presionar un botón. Como para nosotros es algo tan rutinario y fácil obtener luz, no lo apreciamos, no reconocemos su importancia y el privilegio que es tener acceso a la luz apretando un solo botón.

De la misma manera, toda la humanidad ahora puede tener acceso directo a la luz verdadera. Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo“. Jesús está a una oración de distancia. No es complejo ni difícil llegar a Él. Pero no le hemos dado valor a este acceso. Seguimos tomando decisiones “en la oscuridad“, sin la guía de la verdadera luz. Comenzamos y terminamos nuestro día sin una sola oración, cerramos acuerdos de negocios sin oración, compramos y vendemos casas o autos sin siquiera llevar esas decisiones ante Dios. Hemos despreciado a la luz del mundo.

Decide hoy presionar el botón y traer luz a tu vida. Cierra la puerta de tu dormitorio, dobla la rodilla y lleva cada elección o decisión de tu vida ante Dios. Y la luz del mundo iluminará tu camino.

Despreciamos la luz del mundo – Devocional Diario

Oración: Señor, quiero consultarte antes de tomar cualquier decisión. Te pido que seas la luz de mi camino. Amén.

Versículo base: “Jesús les habló otra vez, diciendo: «Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida”. (NBA2005) João 8:12

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