La excelencia es un habito

Niña orando. 1 Tesalonicenses 5:17

Aristóteles dijo una vez: “Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, por lo tanto, no es un acto, sino un hábito”.

Es fácil entender las palabras de Aristóteles. Un alcohólico es aquel que bebe con demasiada frecuencia y sin control. El alcoholismo, por lo tanto, es un hábito. Entonces, puedo seguir la misma lógica con respecto a la excelencia. Si con frecuencia hago las cosas con excelencia, se convertirá en un hábito. De hecho, no hay otra manera de alcanzar la excelencia que no sea por medio del hábito. La repetición de algo te hará excelente. Conozco grandes cocineros. Y estoy seguro de que fue la repetición lo que los hizo tan buenos. Hacer algo muchas veces se convierte en un hábito y la excelencia es tan solo una consecuencia de ello.

Y como sé que no hubo nadie en este mundo más excelente que Jesús, necesito aprender de El e identificar cuáles eran sus hábitos. ¿Qué solía hacer Jesús? Y mira lo que encuentro:

“Él, por su parte, solía retirarse a lugares solitarios para orar”, Lucas 5: 16.
“Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él solo” Mateo 14:23.
“Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar solitario. La gente andaba buscándolo, y cuando llegaron a donde él estaba, procuraban detenerlo para que no se fuera”, Lucas 4:42.
Por aquel tiempo se fue Jesús a la montaña a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios”, Lucas 6: 12.
“Un día cuando Jesús estaba orando para sí, estando allí sus discípulos, les preguntó: –‘¿Quién dice la gente que soy yo?’ “, Lucas 9: 18.

Hay muchos pasajes que citan a Jesús orando. La oración era un hábito en la vida de Jesús. Entonces, me pregunto si El, que era el propio hijo de Dios oraba habitualmente y con tanta frecuencia, cuanto más no necesito yo la oración para alcanzar la excelencia.

¿Es la oración un hábito en tu vida?

Oración: Señor, quiero alcanzar la excelencia en todo lo que hago. Y aprendo de Jesucristo que la oración era el hábito de alguien que era el más excelente de todos los seres humanos. Por lo tanto, quiero orar en todo momento. Amén!

Versículo base: “Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” (NVI) 1 Tesalonicenses 5: 16-19

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