Jesús transformó hasta la cruz

Cuando leemos y estudiamos la historia de Jesús, nos impacta la transformación que Jesús dejaba dondequiera que iba. Desde su primer milagro registrado, cuando en una boda, convirtió el agua en vino, pasando por la mujer con hemorragia que fue sanada con solo tocar la ropa de Jesús y llegando al paralítico en el estanque de Betesda, lo que vemos es transformación. Nada ni nadie que tuvo un encuentro con Cristo salió de el como había entrado.

Y esta mañana, día en que escribo esta reflexión, orando al Señor, yo le decía, que me pongo al pie de la cruz, y allí encuentro descanso. Entonces recordé que la cruz un día fue símbolo de dolor, tristeza y derrota. O esa fue la cruz, hasta el día en que Cristo dejó su vida en ella, para que yo pudiera ser libre. Desde entonces, esa misma cruz, símbolo de dolor, tristeza y derrota, se ha convertido en símbolo de paz, esperanza y victoria. En la cruz ya no encuentro dolor, sino paz. Y en ella descanso.

¿Quieres ser transformado? Necesitas tener un encuentro con Cristo. Nada ni nadie que tiene un encuentro con Él permanece igual.

Oración: Señor, sé que en ti encuentro la transformación que necesito. Ya no quiero ser el mismo, ya no quiero seguir en esta misma situación. Quiero y necesito ser transformado por ti. ¡Amén!

Versículo base: Pero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu. (NBA2005) 2 Coríntios 3:18