Instruye al niño en el camino que debe andar

Ocurrió el pasado sábado, en un partido válido por el campeonato de España. El partido era entre Valencia y Real Madrid, donde juega el brasileño Vinicius Júnior.

Como es de conocimiento público, Vinicius Júnior es víctima de insultos racistas en prácticamente todos los partidos que juega como visitante en el campeonato español. Y en este juego no fue diferente. Sin embargo, una brasileña que se encontraba en el estadio grabó, con su celular, algunas imágenes de insultos racistas proferidos por aficionados hacia el jugador, llamándolo “mono”. En una de las imágenes grabadas, un niño, sentado en el regazo de su madre, llama “mono” al jugador y nunca es reprendido por su madre. Y al ver que graban a su hijo, esta madre, que no reprende a su hijo por ofender al jugador con insultos racistas, prefiere agredir a la brasilera, derribándole el móvil.

Recuerdo entonces las sabias palabras de Salomón, en el libro de Proverbios: “Instruye al niño en el camino que debe andar, Y aun cuando sea viejo no se apartará de él.”.

Esta madre le está enseñando a su hijo que a los negros se les puede llamar “monos”. Y aún cuando sea viejo, seguirá haciendo lo mismo. Esta madre perdió en ese día, una gran oportunidad para enseñarle a su hijo, que no hay diferencias entre las personas, por el color de su piel, su nacionalidad o el equipo en el que juegan. Esta madre, al no enseñar, también está enseñando. Está enseñando el racismo y el prejuicio.

Estoy completamente convencido de que nadie nace racista. El racismo se aprende, a menudo en casa, a veces en Internet, con amigos e incluso en la escuela.

Papá y mamá, es grande nuestra responsabilidad de enseñar el camino a nuestros hijos. Todo lo que le enseñemos, ya sea bueno o malo, lo llevará consigo durante muchos, muchos años.

Oración: Señor, quiero ser un padre que enseña a mis hijos el camino correcto. Quiero tu sabiduría, para poder enseñarles de la mejor manera. Amén.

Versículo base: “Instruye al niño en el camino que debe andar, Y aun cuando sea viejo no se apartará de él.“. (NBH) Proverbios 22:6