“Fui cambiado como una penca de bananos”

Fue el 29 de agosto de 1967. Racing Club de Argentina ganó su primera Libertadores, venciendo a Nacional de Uruguay, en el tercer partido de la decisión, en la que fue considerada la Libertadores más larga de la historia (Racing fue campeón jugando 20 partidos). En la gran final, el primer gol fue de un brasileño, de nombre João Cardoso, revelado por Grêmio y que hizo historia en el fútbol argentino. Hincha del Grêmio de corazón, João Cardoso tuvo pocas oportunidades en Grêmio, que en ese momento era pentacampeón de Rio Grande do Sul y no tenía espacio en un equipo que contaba con Gessy y Juarez (jugadores históricos del Grêmio). Terminó siendo transferido al Newll’s Old Boys, para jugar en la segunda división argentina. En una entrevista, Cardoso habló de lo que sintió en ese momento: “Fui cambiado como una penca de bananos“. Quizás lo que no sabía João Cardoso era que se consagraría en el fútbol argentino, donde tuvo un gran paso, en Racing, Newll’s Old Boys e Independiente.

En algún momento de nuestras vidas, podemos sentirnos como João: “cambiados como una penca de bananos“. Somos rechazados donde esperamos recibir amor. Este rechazo puede provenir de una relación amorosa, o incluso de nuestros padres o hermanos. En la Biblia encontramos la historia de José, quien también fue “intercambiado como una penca de bananos” por sus hermanos. Vendido como esclavo a Egipto, nunca pensó que Dios convertiría ese rechazo en gloria y José pasó de esclavo a vicegobernador de Egipto.

No importa cómo nos trate la gente de este mundo. Lo que importa es que los planes de Dios siempre se cumplirán, sin importar las circunstancias, en la vida de los que aman a Dios. Porque “sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito“, Romanos 8:28.

Oración: Señor, estoy agradecido porque reconozco que las circunstancias no importan cuando elijo amarte y servirte. ¡Amén!

Versículo base: Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman,* los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. (NVI) Romanos 8:28