Exaltando su propio nombre

El Burj Khalifa Bin Zayid es un rascacielos, ubicado en la ciudad de Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos y se considera la construcción más alta ya hecha por el hombre. El edificio tiene 828 metros de altura y 160 pisos. Anteriormente llamado Burj Dubai, el Burj Khalifa cambió su nombre después de que el jeque árabe prestó $ 10 mil millones para evitar que el Emirato de Dubai incumpliera con los inversores de una de sus principales compañías, la Dubai World. También vale la pena recordar que Khalifa Bin Zayid es el actual presidente de los Emiratos Árabes Unidos, un país que ha estado bajo el gobierno de la familia Zayid desde 1971.

Es interesante observar lo cuánto el ser humano busca exaltar su propio nombre. De hecho, todos deseamos y queremos poner nuestro nombre en alto y ser reconocidos de una forma u otra. Esta no es una característica exclusiva de los jeques árabes, aunque ellos tienen más recursos para hacerlo.

Sin embargo, exaltar el nombre de uno mismo no es algo que la Biblia nos enseña. Jesús mismo nos dice en Mateo 23: 12 que “el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” y Santiago 4: 6 dice que “Dios se opone a los orgullosos”.

Entonces, si bien es muy probable que jamás vas a poner tu nombre en un rascacielos de 828 metros de altura, aún así, debes tener cuidado con lo que hay en tu corazón. ¿Te has exaltado a ti mismo o te has humillado? ¿Son tus palabras y actitudes, las de un corazón orgulloso o de un corazón humilde y enseñable?

Oración: Señor, quiero vigilar constantemente mi corazón para que no haya ni una chispa de orgullo en él. Amén!

Versículo base: “Todo lo hacen para que la gente los vea: Usan filacterias grandes y adornan sus ropas con borlas vistosas; se mueren por el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, y porque la gente los salude en las plazas y los llame ‘Rabí’. “Pero no permitan que a ustedes se les llame ‘Rabí’, porque tienen un solo Maestro y todos ustedes son hermanos. Y no llamen ‘padre’ a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo Padre, y él está en el cielo. Ni permitan que los llamen ‘maestro’, porque tienen un solo Maestro, el Cristo. El más importante entre ustedes será siervo de los demás. Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” (NVI) Mateus 23: 5-12