¿Es mejor el día de la muerte que el día del nacimiento?

La probabilidad de que alguien muera en su propio día de cumpleaños es del 0,2738%. Aunque la probabilidad es pequeña, sucede. Y sucede todos los días. Se estima que cada día, alrededor de 162.000 personas pierden la vida en todo el mundo. Con base en la probabilidad indicada anteriormente, podemos estimar que 443 personas, todos los días, podrían morir en su propio cumpleaños.

Sucedió con un defensor de la selección de Togo, llamado Komi Massamasso Tchangaï. Nació el 8 de agosto de 1978 y falleció en su cumpleaños de número 32, el 8 de agosto de 2010, víctima de un paro cardíaco. Aunque no tan conocido, Tchangai jugó en Italia, Holanda y los Emiratos Árabes Unidos, convirtiéndose en uno de los fichajes más caros de la historia reciente de Al Nasr, el club más antiguo del país árabe.

Salomón escribió en Eclesiastés 7, en el versículo 1, que “mejor es el día de la muerte que el día del nacimiento”. Y si suena como palabras deprimentes, debemos comprender el mensaje detrás de esas palabras. A lo largo del capítulo 7 de Eclesiastés, Salomón quiere enseñarnos que en el dolor y la tristeza podemos encontrar sabiduría y que la vida no se trata solo de celebración y gozo. En la vida, tenemos días buenos y días difíciles y necesitamos aprender de ambos (versículo 14). Por lo tanto, no podemos esperar que la vida sea solo diversión y buenos momentos. Y encontrar sabiduría incluso en tiempos difíciles.

Oración: Señor, quiero vivir mi vida sabiendo que habrá días buenos y días difíciles. Y quiero aprender de ambos. ¡Amén!

Versículo base: Vale más el MEJOR es la buena fama que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento. Mejor es ir á la casa del luto que á la casa del convite: porque aquello es el fin de todos los hombres; y el que vive parará mientes. Mejor es el enojo que la risa: porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. El corazón de los sabios, en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa del placer. Mejor es oir la reprensión del sabio, que la canción de los necios..(NVI) Eclesiastes 7:1-5