Entre la oración y la alabanza

En la Epístola de Santiago encontramos un versículo que nos da dos pautas extremadamente sencillas, pero poderosas, para diferentes momentos de nuestra vida. Santiago escribe: “¿Alguno de ustedes está pasando por dificultades? Que ore. ¿Alguno está feliz? Que cante alabanzas.”.

Luego, me pongo a pensar que en nuestra vida estaremos en transición entre estos dos momentos de nuestra relación con Dios: dificultades y alegrías.

Habrá momentos en que enfrentaremos dificultades y entonces, la oración será nuestro refugio, nuestro lugar seguro. Cuando surgen dificultades, debemos recordar que es en la oración que presentamos nuestros temores y preocupaciones ante Dios. Y nuestro Dios tiene su corazón y sus oídos, siempre abiertos, para escuchar nuestro clamor y extender su mano poderosa.

Por otro lado, habrá momentos de alegría, donde veremos a Dios actuando en nuestras vidas. Y en este momento, no podemos olvidarnos de alabar a Dios, con un corazón agradecido por las bendiciones que Él nos ha dado. Él se complace en aquellos que reconocen su bondad y alzan la voz dándole toda la alabanza por lo que Él ha hecho.

Naturalmente, también hay alabanza en la dificultad, como hay oración en la alegría. Una cosa no elimina la otra. Lo esencial es vivir, entre la oración y la alabanza, reconociendo siempre que sin Él no soy nada, y dependo de Él, en todo momento.

Oración: Señor, dependo de ti en todo momento, ya sea en momentos de dificultad o de alegría, te buscaré, en oración y alabanza. Amén.

Versículo base: ¿Alguno de ustedes está pasando por dificultades? Que ore. ¿Alguno está feliz? Que cante alabanzas. (NTV) Santiago 5:13

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