En todas estas cosas somos más que vencedores

La primera victoria del piloto brasileño, Emerson Fittipaldi, en la fórmula 1, fue el 4 de octubre de 1970 y en medio a un contexto único.

Fittipaldi era un recién llegado a la fórmula 1 y solo había competido en 4 carreras hasta entonces. Y su cuarta carrera estuvo marcada por una doble tragedia: la primera, fue en la víspera de la carrera, cuando su compañero de equipo y líder del campeonato, Jochen Rindt, tuvo un problema con los frenos y sufrió un accidente en la curva Parabolic, muriendo. Y al día siguiente, durante la carrera, Emerson Fittipaldi volcó su auto en la misma curva. El brasileño, sin embargo, salió ileso del accidente.

Luego, en el Gran Premio de los Estados Unidos, Emerson Fittipaldi ganaría su primera carrera en la historia, y con su victoria imposibilitó que el piloto que estaba en el segundo puesto en la tabla de clasificación, alcanzára a los puntos de Jochen Rindt, y su difunto compañero, se convirtió en el primero y hasta entonces, único campeón póstumo en la historia de la Fórmula 1. Fittipaldi, además de ser el primer brasileño en ganar una carrera en Fórmula 1, también fue el primero en ganar el título mundial, y lo hizo en dos ocasiones, en 1972 y 1974.

Cuando conozco historias como esta, puedo ver cómo Dios hace o permite que algunas victorias en este mundo sucedan de una manera inexplicable y extraordinaria. Y soy plenamente consciente de que cualquier victoria en este mundo viene de Dios o es permitida por Él.

Luego voy a sus promesas, registradas en la Biblia, y encuentro que “en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó”. (Romanos 8:37) Esto significa que nunca seré derrotado en Cristo.

Mi amado lector, extraordinaria es la victoria que Dios tiene preparada para ti. Solo confía y sigue sus principios, y verás cómo Dios obra en tu vida.

Oración: Señor, decido creer en ti, y sé que la victoria que tendré será extraordinaria, si persevero en tu palabra. ¡Amén!

Versículo base: Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó. (NBA2005) Romanos 8: 31 e 37