En la crisis, ¿dónde está el amor?
En 2020, en medio a la lucha global contra Covid-19, vi noticias que me impactaron. Una de ellas fue de un crucero que había sido rechazado en varios países y navegaba sin rumbo, sin saber a dónde ir o qué hacer con sus pasajeros a bordo. Ya habían muertos adentro de la embarcación y varios infectados. Jamás pude estar de acuerdo con eso.
También recuerdo otra noticia que vi, de una ciudad, donde los ciudadanos bloquearon la carretera para que algunas personas, recién llegadas del exterior, no pudieran ingresar al hospital de la ciudad.
De ahí sale la pregunta en el título de esta reflexión es esta: en la crisis, en las dificultades, ¿dónde está el amor?
Puedo entender el miedo y el instinto de protección de una ciudad o país. Pero no puedo olvidar que del otro lado hay vidas humanas. Del otro lado, habían personas que necesitaban ayuda. Y esa ayuda les fue negada. No importa cuán válidos eran los argumentos de aquellos que estaban a favor de la prohibición a la entrada a una ciudad o país de personas infectadas. Porque no hay amor en eso. Y si pienso en la ordenanza de “amar a tu prójimo como a ti mismo”, concluyo que rechazar a alguien, por cualquiera que sea la razón, no es amar al prójimo. No hay amor en ningún tipo de rechazo.
Finalmente, la Biblia dice que “si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros y su amor se ha manifestado plenamente”, 1 Juan 4: 12. Que aprendamos a amar. No importa cuanto cueste.
Oración: Señor, quiero aprender a amar, incluso si es arriesgado. Finalmente, el mayor mandamiento que tenemos es amar. Amén!
Versículo base: “Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente.” (NVI) 1 Juan 4: 12