El Señor es como un padre con sus hijos

Raúl Juliá fue un actor puertorriqueño que, durante 1994, sufrió mucho por problemas estomacales frecuentes, cirugías e intoxicaciones alimentarias. Aunque estaba muy débil, decidió participar en una película en específico: Street Fighter. ¿La razón? Sus hijos eran fanáticos del juego que era inspiración para la película y Raúl Juliá se dio cuenta de que esta sería una gran oportunidad para pasar tiempo con ellos, pues podrían ayudarlo a prepararse para interpretar su personaje. Pero más que eso, sus hijos podrían también, tener un recuerdo de él, actuando en una película con una temática que les gustaba mucho. Finalmente logró hacer la película, y él obtuvo una nominación a los premios Saturn. Esta sería la última película en la que Raúl Juliá fuera protagonista. Moriría este mismo año, el día 24 de octubre.

Como padres, hay muchos sacrificios que hacemos por nuestros hijos. Sacrificios que muchas veces ni siquiera son reconocidos por ellos. Tomamos decisiones pensando en su bien, pero no siempre las entienden.

Ser padre o madre significa levantarse de la cama, incluso cuando faltan fuerzas. Muchas veces, se trata de someterse a situaciones difíciles en el trabajo, para que no falte pan en la mesa. Es amar incondicionalmente.

En el texto de hoy, la Biblia dice que nuestro Dios “es como un padre con sus hijos“. Y siendo padre, hizo el mayor sacrificio de todos, que fue entregar a su propio hijo Jesús, para que muriera en nuestro lugar.

Y la verdad, es que yo también soy un hijo quejoso, que es desobediente, que no siempre reconoce todo lo que mi padre ha hecho por mí. ¿Cómo puedo entonces, juzgar a mi hijo, si hace lo mismo?

Así como Dios es un padre bondadoso y compasivo, yo también necesito ser igualmente bondadoso y compasivo para con mis hijos, independientemente de su actitud hacia mí. Es en Dios donde encuentro la fuerza para perseverar en esta importante tarea de ser padre o madre.

El Señor es como un padre con sus hijos – Devocional Diario

Oración: Señor, quiero ser un padre bondadoso y compasivo, así como tú lo eres conmigo. Ayúdame, Señor, a ser un mejor padre, sin que dependa de lo que hagan mis hijos. Amén.

Versículo base: El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. Pues él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo. Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí. Pero el amor del Señor permanece para siempre con los que le temen. ¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos de los que son fieles a su pacto, de los que obedecen sus mandamientos!. (NTV) Salmos 103:13-18

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