El robo de Lufthansa
Ocurrió el 11 de diciembre de 1978, más precisamente durante la madrugada, a las 03 am. El robo de Lufthansa en el Aeropuerto Internacional Jhon F. Kennedy le valió a los asaltantes el equivalente a $ 5 millones de dólares en efectivo, que convertidos a los valores actuales serían más de $ 18 millones de dólares además de otros $ 3 millones de dólares en joyas. . Lo más interesante de este asalto fue lo preparados que estaban los asaltantes. Conocían a todos los empleados por su nombre, sabían sus direcciones y los nombres de sus familiares, conocían quién tenía acceso a la contraseña de la caja fuerte, los sistemas de seguridad, los horarios de turnos y las funciones de cada uno. El robo todavía se considera uno de los mejor diseñados de la historia.
Los empleados de Lufthansa se sorprendieron por completo. Se suponía que seria una noche de trabajo normal. Pero el ladrón llegó, por la noche, cuando nadie lo esperaba.
Es curioso pensar que el mismo Jesús comparó su regreso con la llegada de un ladrón. “Si un dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se mantendría despierto para no dejarlo forzar la entrada“. (Mateo 24:43). Pedro en su segunda carta hizo lo mismo: “Sin embargo, el día del Señor vendrá como ladrón“. (2 Pedro 3:10)
Si los empleados de Lufthansa supieran que el ladrón llegaría esa noche, estarían mejor preparados. Pero fueron tomados por sorpresa.
No sé ustedes, pero no quiero que me tomen por sorpresa. Quiero estar preparado. Jesucristo regresará cuando nadie esté esperando. Y no tengo dudas que ahora mismo, nadie está esperando.
Oración: Señor, no quiero que me tomen por sorpresa. Espero y anhelo su regreso. Maranata! ¡Ven Señor Jesús! Amén.
Versículo base: Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada. (NVI) 2 Pedro 3:10