El que desprecia a su prójimo peca

Fernanda Aline fue una joven que cambió de residencia y encontró la muerte. Vivía en Blumenau, Santa Catarina y al mudarse a un aparta estudio, no sabía que al lado de su nueva residencia vivía un violador. En su primera noche durmiendo en su nuevo apartamento, fue violada y asesinada. Pero esta sería sólo una de muchas terribles historias de violación y asesinato si no fuera por un cruel detalle: la total indiferencia por parte de los vecinos, hacia la vida de la joven.

Cuando fue atacada por su vecino en la madrugada del domingo, Fernanda Aline gritaba y gritaba mucho. Las cámaras del circuito interno del complejo grabaron los gritos de la joven, durante casi 10 minutos, en plena noche. Sería imposible que ningún vecino la escuchara, debido a la proximidad de las residencias entre sí. Pero nadie hizo nada para averiguar qué estaba pasando. Además, el cuerpo sin vida de la joven sería encontrado tan solo el día lunes, por compañeros de trabajo que encontraron extraña su ausencia. Y finalmente, el propio violador, antes de cometer el acto, envió un mensaje de Whatsapp a una amiga contándole lo que haría. Y esta amiga tampoco hizo nada para detenerlo.

Fernanda Aline pudo haber sido salvada por un vecino o por la amiga del violador. Pero todos optaron por mirar hacia un lado e ignorar la vida de esta joven, que estaba en inminente peligro.

Proverbios 14, versículo 21, dice: “El que desprecia a su prójimo peca“. Esos vecinos cometieron un pecado al ignorar los gritos de la joven. Santiago 4, versículo 17 lo confirma: “El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado”.

Quizás no tengamos ninguna vecina asesinada. Pero eso no significa que no estemos ignorando las necesidades de los demás. Si ignoro deliberadamente las necesidades de mi prójimo, estoy en pecado. Necesito ser consciente de las necesidades de todas las personas cercanas a mí, ya sean conocidos o desconocidos. Independientemente de tener o no responsabilidad legal, debo recordar que ante Dios la tengo. Y decido servir a Dios, no a los hombres.

Oración: Señor, quiero estar atento a las necesidades de mi prójimo. No quiero ser alguien que ignora un grito de ayuda. Ayúdame Señor a actuar siempre según tu palabra. Amén

20 Aun por su vecino es odiado el pobre, Pero muchos son los que aman al rico.
21 El que desprecia a su prójimo peca, Pero es feliz el que se apiada de los pobres.
22 ¿No se perderán los que traman el mal? Pero misericordia y verdad recibirán los que planean el bien.
23 En todo trabajo hay ganancia, Pero el vano hablar conduce solo a la pobreza

Proverbios 14:20-23 (NBA2015)

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