El propósito
Jesús estaba con sus discípulos cuando vieron a un hombre ciego de nacimiento. Entonces los discípulos querían entender por qué este hombre nació ciego. La respuesta de Jesús habla mucho, pero mucho, sobre el significado de nuestra existencia. Jesús respondió: “Esto fue para que la obra de Dios se manifestara en su vida”.
Quizás no te guste. Pero fuiste creado con un propósito. Puede que no estés de acuerdo, pero cada criatura existe para atender el propósito de su creador. Los aviones fueron hechos para volar. Los barcos fueron hechos para navegar. Un tornillo fue creado para unir piezas y un cuchillo para cortar. Todo lo que se crea está hecho para cumplir un propósito determinado por quien lo creó.
Y no es diferente con nosotros. Somos criatura de Dios, creada con un solo propósito: glorificar el nombre de Dios. Hay muchos textos bíblicos que confirman esto, como en Isaías 43: 7 “Los creé para mi gloria” o en 1 Corintios 10: 31 “si comes o bebes, haz todo para la gloria de Dios”.
Sí, ese hombre nació ciego para que la gloria de Dios se manifestara a través de su vida. Y así sucedió. Jesús lo sanó de su ceguera y la gloria de Dios se manifestó. Su propósito se ha cumplido.
Oración: Señor, mi deseo es glorificar tu nombre a través de mi vida. Quiero cumplir mi propósito aquí en la tierra, que es vivir para tu gloria. Amén!
Versículo base: “A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: –Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? –Ni él pecó, ni sus padres –respondió Jesús–, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida.” (NVI) João 9: 1-3