El plantador de árboles
Se dice que un hombre plantó árboles en el patio de su casa. Sin embargo, no regó los árboles que plantó. Un día, un vecino que lo había estado observando durante días, se acercó y le preguntó:
– “Vecino, he notado que usted no riega los árboles. ¿Quisiera saber por qué?”.
Entonces el hombre explicó:
– “Si riego los árboles, las raíces se asientan en la superficie y esperan el agua que les doy diariamente. Sin embargo, como no los riego, se ven obligados a profundizar en la tierra en busca de agua y nutrientes en las capas más profundas del suelo, así tendrán raíces profundas y serán más resistentes”.
Pasaron algunos años y esos árboles crecieron. Un día, hubo una tormenta que golpeó esa ciudad. Mientras que el viento doblaba cientos de árboles en las calles de la ciudad, los árboles de ese hombre apenas se movían, firmes como una roca.
Asimismo, como padres, buscamos hacerles la vida más fácil a nuestros hijos. Pensamos en todas las formas de hacer su camino más fácil. Sin embargo, cuando surgen dificultades, es posible que no estén preparados para enfrentarlas. Pero si, por el contrario, les permitimos enfrentar sus luchas desde pequeños y buscar sus propias soluciones, tendrán raíces sólidas y serán grandes hombres y mujeres.
Prepara a tus hijos para la vida. Un camino fácil hoy hará un camino más difícil mañana.
Oración: Señor, ayúdame a enseñar a mis hijos a encontrar sus propias soluciones a sus dificultades, y no permitas que yo les resuelva todo. Así, estarán preparados para la vida. Amén.
Versículo base: Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige: ‘Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo.’ Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios los está tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina? Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos. (NVI) Hebreos 12:5-8