¿Duermes bien?
Un tema al que no le damos la debida importancia es nuestro sueño. El es muy importante. ¡Mucho! Sin embargo, te acostumbras a ir a dormir tarde, a levantarse temprano, a dormir unas pocas horas, a pensar en tus problemas acostado en la cama y a no hacer absolutamente nada para mejorar tu calidad de sueño.
Una persona cansada se acuesta y duerme.
Las personas ansiosas, aunque cansadas, simplemente se acuestan.
Si desea mejorar su sueño, debes ser intencional. Mejorar la alimentación, especialmente por la noche, no usar el celular antes de acostarse y hacer ejercicio durante el día son algunas de las recomendaciones de los expertos para mejorar la calidad del sueño.
La Biblia habla mucho sobre el sueño. Entonces, aquí hay tres recomendaciones bíblicas para mejorar su sueño:
1. Identifica lo que te preocupa
El trabajador duerme tranquilo, coma mucho o coma poco. Al rico sus muchas riquezas no lo dejan dormir. Eclesiastes 5:12
La Biblia dice que no es la abundancia de bienes lo que nos dará tranquilidad para dormir. Incluso con poco, podemos dormir en paz. Ninguna preocupación que fuera material, debería quitarle el sueño. ¡Ninguna!
2. Pon tu confianza en el Señor
En paz me acuesto y me duermo, porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado. Salmos 4:8
¿Dónde está tu confianza? ¿En tu trabajo? ¿En tus brazos? ¿En un proyecto? Recuerda que es Dios quien te hace vivir con seguridad. El no necesita a tu trabajo, ni a tus brazos, ni a tus proyectos. Él es Dios y Él es quien te cuida.
3. Recuerda que despertar es una bendición
Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene. Salmos 3:5
Nunca olvides que despertar es una bendición. Si se despertó, es porque Dios todavía tiene planes para su vida. Levántate y ve a cumplir tu propósito en esta tierra.
Oración: Señor, quiero tener un sueño de calidad, para reponer mis energías. Revélame lo que no me deja dormir en paz. ¡Amén!
Versículo base: Hijo mío, conserva el buen juicio; no pierdas de vista la discreción. Te serán fuente de vida, te adornarán como un collar. Podrás recorrer tranquilo tu camino, y tus pies no tropezarán. Al acostarte, no tendrás temor alguno; te acostarás y dormirás tranquilo. Proverbios 3:21-24