“Despacito, que voy de afán”

En Colombia, hay un dicho popular que uso mucho y es este en el título de la reflexión: “Despacito, que voy de afán“. El dicho es un importante llamado de atención, porque muchas veces, la prisa nos lleva a tomar decisiones equivocadas, que nos retrasan aún más en llegar al destino planeado. Un conductor apresurado puede chocar el auto, pasarse un semáforo en rojo y ser detenido por la policía, o errar en el camino por una decisión precipitada. Así que es mejor ir despacio si tienes prisa.

En nuestro camino de la vida, también debemos seguir esta directriz: “Despacito, que voy de afán“. Necesitamos avanzar hacia el propósito por el cual Dios nos envió a este mundo. Y si bien, es probable que queremos avanzar rápido a nuestro objetivo, debemos tener cuidado de no tomar decisiones precipitadas o equivocadas.

En el texto de hoy, en Hechos 20, versículo 24, el autor compara nuestro andar terrenal con una carrera. Él dice que nada más importa sino cumplir su propósito aquí: “Con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús“.

Mi deseo también es este: terminar la carrera, completar el ministerio. Tengo prisa, pero voy despacio, para no equivocarme el camino.

Aquí, otras lecturas de la Serie Fe en el Camino:
Día 1 – Fe en el camino

Oración: Señor, quiero avanzar en esta carrera, pero no quiero apresurarme, para no tomar decisiones equivocadas. ¡Amén!

Versículo base: Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. (NVI) Hechos 20:24