Descalificado

Escuché en una predicación del Pastor Andres Corson, la historia de Steven Furtick, autor del libro “Descalificado”. El Pr. Corson conto que estaban entrevistando en youtube, a uno de los grandes predicadores, reconocido mundialmente en ese momento. En esta entrevista se realizó una dinámica donde, al mencionar nombres de personas o temas, el entrevistador debe responder con una sola palabra. Y cuando el entrevistador dijo “Steven Furtick“, el entrevistado respondió: “Descalificado“. Quiero que ahora intente ponerse en el lugar de Steven Furtick, sabiendo que uno de los más grandes predicadores lo ha etiquetado como “no calificado”. Sin embargo, Steven Furtick eligió tomar esa etiqueta y convertirla en un libro, con el fin de ayudar a tantos que son considerados “descalificados” por otros.

José fue descalificado por sus hermanos y vendido como esclavo. Pero fue el vicegobernador de Egipto. David fue descalificado por el rey Saúl (1 Samuel 18: 9-11), pero fue el rey de Israel. Jesús también fue descalificado cuando Natanael preguntó: “¿Nazaret? ¿Puede salir algo bueno de allí” (Juan 1:46).

Muchos nos sentimos descalificados por las cosas que se han dicho sobre nosotros o por el rechazo que hemos sufrido para ocupar determinados cargos o posiciones. Sin embargo, nos toca a nosotros no aceptar la descalificación y seguir avanzando, hacia el propósito para el que fuimos creados. No importa lo que otros digan de ti. La única “opinión” que realmente importa es la de Dios y antes de ser aceptados por otros, debemos aceptarnos a nosotros mismos. Y podré aceptarme a mí mismo, cuando pueda verme con los ojos de Cristo.

Yo “soy una creación admirable“. Y tu también. Debes estar seguro de eso, como el salmista estaba.

Oración: Señor, gracias por no estar descalificado ante ti. Antes, me has creado de una manera especial y admirable, y de eso estoy seguro. ¡Amén!

Versículo base: ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! (NVI) Salmos 139:14