Dar valor a lo que tiene valor
Se dice que un hombre estaba buscando algo valioso en su casa y encontró una vieja alcancía en su ático. Eran monedas heredadas de su abuela, que en su infancia, guardo con cariño en aquella alcancía. Emocionado, la abrió y la encontró llena de monedas antiguas. Luego pensó:
– “¡Seguramente, esas monedas deben valer una fortuna!”
Entonces corrió a un numismático, un experto en monedas, para evaluar su preciado hallazgo. El numismático examinó cuidadosamente cada moneda y dijo:
– “Lo siento, pero estas monedas no tienen mucho valor. Son viejas si, pero no muy raras”.
Decepcionado, el hombre preguntó:
– “Entonces, ¿cuál es el valor total de estas monedas?”
El numismático hizo algunos cálculos y respondió:
– “Bueno, si las vendes en una subasta, podrías obtener 100 o 200 dólares”.
El hombre se sorprendió y dijo:
– “¿Tan poco? Esperaba al menos 5000, 10000 o hasta más”.
El numismático sonrió y dijo:
– “Amigo mío, a veces el verdadero valor de las cosas radica en su historia y los recuerdos que traen, no en su valor monetario”.
Cuando escuchó las palabras del numismático, inmediatamente recordó a su abuela, y cuánto se había divertido con estas monedas durante su infancia. También recordó a su hermano, con quien jugaba con estas mismas monedas, y que había muerto 3 años antes. Se dio cuenta de que sí, esas monedas tenían un gran valor sentimental.
La Biblia nos advierte que “aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes” (Lucas 12:15b), mientras nos advierte que no acumulemos “tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban.” (Mateo 6:19).
A veces, estamos tan preocupados por conquistar los bienes materiales que nos olvidamos de pasar buenos momentos, especialmente con nuestra familia. Llegará el día en que nuestros seres queridos se irán de este mundo, y lo que quedará serán los recuerdos de los momentos compartidos juntos.
¿Has estado acumulando buenos momentos? ¿O simplemente has buscado los bienes materiales?
Oración: Señor, quiero acumular buenos recuerdos con mis seres queridos. Le pido perdón si he estado pensando sólo en mi trabajo y en acumular riquezas. Amén.
Versículo base: porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. (NBA2005) Mateo 6:21