Cuando la mejor respuesta es inútil

Se dice que había un bufón llamado Triboulet. Era conocido por sus bromas arriesgadas, que a veces podían enfurecer al rey. Un día, Triboulet le dio una palmada en las nalgas del rey, lo que lo enfureció. El rey quería matarlo, pero decidió darle una oportunidad a Triboulet y le propuso un desafío: si Triboulet encontraba una justificación extremadamente ofensiva para esa nalgada, sería perdonado.
Triboulet dijo entonces:
-“Su Majestad, la nalgada fue porque lo confundí con la reina.”
El rey, sin embargo, quedó aún más furioso y decidió definitivamente, matarlo. Pero permitió que Triboulet eligiera cómo iría morir. Y Triboulet habría dicho:
– “Su Majestad, quiero morir de viejo.”
El rey encontró la respuesta de Triboulet muy creativa e ingeniosa y lo dejó vivir, pero lo expulsó del reino.

En este mundo, una respuesta creativa e ingeniosa puede sacarnos de una situación difícil. Son muchas las ocasiones en las que encontraremos un buen argumento o la respuesta adecuada para superar una adversidad, ya sea en nuestra vida profesional, en una relación sentimental o a la hora de negociar la compra o venta de un carro.

Pero hay un lugar donde una respuesta creativa e ingeniosa no nos salvará. Será el día del juicio, delante del padre. Eclesiastés 12, en el versículo 4, dice: “Un día Dios nos llamará a cuentas por todo lo que hayamos hecho, tanto lo bueno como lo malo, aunque creamos que nadie nos vio hacerlo”. Allí ni siquiera Triboulet con sus respuestas creativas e ingeniosas podrá librarse de la condenación. Y la única salida será la justificación de nuestras faltas, mediante el sacrificio de Cristo en la cruz. Sólo aquellos que hayan aceptado y reconocido a Cristo como su Señor y Salvador podrán entrar a la eternidad con el Señor.

Oración: Señor, te doy gracias, porque sé que en Cristo estoy justificado. No necesito respuestas creativas o ingeniosas para liberarme del juicio, porque Cristo ya pagó por mis faltas. Amén.

Versículo base: Un día Dios nos llamará a cuentas por todo lo que hayamos hecho, tanto lo bueno como lo malo, aunque creamos que nadie nos vio hacerlo. (NTVL) Eclesiastés 12:14