¿Conocimiento u oro?
Durante mucho tiempo, el descubrimiento de la ciudad inca de Machu Picchu se atribuyó al arqueólogo estadounidense Hiram Bingham, en 1911. Hoy, sin embargo, se sabe que antes que él, un buscador de oro alemán, llamado Augusto Berns, ya había descubierto ciudad, mucho antes, posiblemente desde 1867. La diferencia, sin embargo, es que Augusto Berns guardó silencio y durante décadas saqueó la ciudad, con el “consentimiento” del gobierno peruano. Los documentos muestran que Berns entregó a funcionarios del gobierno al menos el 10% del oro y las joyas que encontró en la ciudad. Actualmente, valiosas piezas incas se encuentran repartidas por todo el mundo, especialmente en Alemania y otros países de Europa.
Aquí vemos una clara diferencia entre dos personas: Hiram Bingham y Augusto Berns. Mientras que el Sr. Berns solo estaba interesado en el oro, el Sr. Bingham quería el conocimiento. Hiram Bingham estaba más interesado en estudiar y explorar su descubrimiento, por lo que no lo ocultó a nadie. Augusto Berns, sin embargo, solo quería hacerse rico y para eso, incluso hizo acuerdos con políticos corruptos.
El texto de Proverbios de hoy dice que “dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia, porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro”. Como era de esperar, el Sr. Bingham pasó a la historia como el descubridor de Machu Picchu, mientras que Augusto Berns ahora es conocido solo como un ladrón.
Que recordemos hoy esta verdad bíblica tan importante: la sabiduría “Es más valiosa que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se le puede comparar”.
Oración: Señor, decido buscar sabiduría y conocimiento, no oro o plata. Líbrame Señor, de un corazón corrupto y codicioso. ¡Amén!
Versículo base: Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro. Es más valiosa que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se le puede comparar! (NVI) Provérbios 3:13-15