Como ovejas sin pastor

En Marcos, en el capítulo 6, encontramos la primera multiplicación de los panes y los peces, un milagro realizado por Jesús. Y aunque este registro de la historia se hizo famoso por el milagro de alimentar a 5.000 hombres y posiblemente a otras 5.000 mujeres y quizás otros 5 o 10 mil niños, es interesante analizar cuidadosamente esta porción de la palabra para ver que el enfoque de Jesús era diferente. Alimentar a aquella gente no era más que un acto secundario y menos relevante para el hijo de Dios.

Esto lo podemos ver ya en el versículo 34 cuando dice que “cuando Jesús salió de la barca, vio a la gran multitud y tuvo compasión de ellos porque eran como ovejas sin pastor”. Podemos ver que Jesús no sentía pena por ellos porque podían tener hambre o necesidad material. Lo que le conmovió profundamente fue ver que “eran como ovejas sin pastor”.

Esos hombres y mujeres no deberían ser como ovejas sin pastor. Era el trabajo de los líderes fariseos pastorear a cada una de esas personas. Estos líderes, sin embargo, tenían otras preocupaciones mayores, entre ellas juzgar y condenar a los pecadores, buscar posiciones de respeto y hacer articulaciones políticas. No había tiempo, ni siquiera interés, en pastorear aquellas ovejas. Y la palabra nos dice, en el versículo 35 que Jesús “comenzó a enseñarles muchas cosas”.

Te invito a llevar esta reflexión a tu hogar. ¿Son tus hijos, tu esposo o tu esposa como ovejas sin pastor? ¿Has tomado tiempo para enseñar y pastorear a estas “ovejas” que el Señor ha puesto en tu vida? ¿O estás demasiado ocupado proporcionando comida, pero no tienes compasión cuando ves a tu familia desviarse de los caminos del Señor?

Que el Señor te abra los ojos para que tengas compasión de las ovejas sin pastor.

Oración: Señor, quiero ser pastor en mi hogar, quiero estar atento y compasivo no sólo a las necesidades materiales de los que me rodean, sino también a sus necesidades espirituales, tomando tiempo para enseñar la palabra y no sólo para llevar el pan a la mesa. Amén.

Texto base: Cuando Jesús salió de la barca, vio a la gran multitud y tuvo compasión de ellos porque eran como ovejas sin pastor. Entonces comenzó a enseñarles muchas cosas. Al atardecer, los discípulos se le acercaron y le dijeron: —Este es un lugar alejado y ya se está haciendo tarde. Despide a las multitudes para que puedan ir a las granjas y aldeas cercanas a comprar algo de comer. Jesús les dijo: —Denles ustedes de comer. —¿Con qué? —preguntaron—. ¡Tendríamos que trabajar durante meses para ganar suficiente a fin de comprar comida para toda esta gente!  —¿Cuánto pan tienen? —preguntó—. Vayan y averigüen. Ellos regresaron e informaron: —Tenemos cinco panes y dos pescados. Entonces Jesús les dijo a los discípulos que sentaran a la gente en grupos sobre la hierba verde. Así que se sentaron en grupos de cincuenta y de cien. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró hacia el cielo y los bendijo. Luego, a medida que partía los panes en trozos, se los daba a sus discípulos para que los distribuyeran entre la gente. También dividió los pescados para que cada persona tuviera su porción. Todos comieron cuanto quisieron, y después los discípulos juntaron doce canastas con lo que sobró de pan y pescado. Un total de cinco mil hombres y sus familias se alimentaron (NVT) Marcos 6: 34-44

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