Cayendo victorioso

Caer es sinónimo de derrota, ¿verdad? ¡No siempre! ¡Especialmente si la caída es demasiado grande! ¡Y más si es el más grande de la historia!

El austriaco Felix Baumgartner, en octubre de 2012, realizó la mayor caída libre de la historia, saltando desde 128 mil pies de altura, es decir, casi 40 km de altura. Felix batió el récord del salto libre más alto de la historia y también la velocidad de caída libre más alta, alcanzando los 1.173 km / h, rompiendo la barrera del sonido.

¡Esta fue sin duda una caída exitosa! Sin embargo, cualquier caída puede convertirse en victoria, si sabemos aprender algo de ella y convertirnos en mejores personas. Un divorcio, un despido o la quiebra de una empresa se pueden convertir en aprendizaje y crecimiento. Ante una caída, siempre puedo elegir cual será mi reacción: lamento y desesperación o aprendizaje y crecimiento.

Un sabio es aquel que hace de su error una lección de por vida.

Oración: Señor, quiero aprender y crecer con mis errores. No quiero cometer errores, pero cuando eso suceda, quiero aprender la lección. ¡Amén!

Versículo base: El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano. He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria, ni que sus hijos mendiguen pan. (NVI) Salmos 37:23-25