Cada día es un desafío

Mi amigo lector, cada día es un desafío. Cada uno de nosotros, al levantarse de la cama por la mañana, enfrentará el desafío de superar la pereza, la procrastinación, la fatiga, el deseo de rendirse. Lamentablemente, la vida nos presentará desafíos donde tendremos que elegir entre la acción o la resignación, entre avanzar o retroceder, entre resistir o rendirse. Esa es la mala noticia.

La buena noticia, sin embargo, es que también tenemos la oportunidad de elegir nuestra actitud ante cada una de estas situaciones. No tengo control sobre situaciones o desafíos que puedan surgir. Pero tengo control total sobre mi postura frente a ellos. Cómo reaccionaré en cada situación está en mi poder. Puedo sonreír o llorar, lamentar o declarar victoria, incluso cuando todavía no lo veo.

¿Cuál será tu actitud hoy? Tu hoy traerá desafíos de la misma manera que lo hizo el ayer. Pero hoy puedes tener una actitud diferente. Y en la palabra de Dios puedo encontrar fuerzas para tener la actitud correcta: “Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará“.

Oración: Señor, hoy quiero tener la mejor actitud frente a los desafíos que la vida traerá. Necesito tu fuerza y ​​coraje. ¡Amén!

Versículo base: Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará. (NVI) Deuteronomio 31:6