Albert Schweitzer, un hombre increíble
¡Me encantan las historias de hombres increíbles! Y sobre todo, aquellas que no son tan populares o conocidas. Y una de ellas es la del francés Albert Schweitzer. Descendiente de un linaje de políticos destacados, se graduó en teología y se convirtió en profesor en una de las universidades más notables de Europa. Obtuvo una gran reputación como músico y prestigio como pastor. Pero el quería más.
A los 30 años inició un curso de medicina. Se graduó a los 36 años y se fue a Gabón, África, donde dedicó su vida a servir a la gente humilde en un país sin instalaciones mínimas de higiene, salud y educación. Vivió en Gabón hasta su muerte a los 90 años. Antes de eso, en 1952, recibió el Premio Nobel de la Paz.
Mientras que muchos pasan por la vida construyendo y conquistando bienes para sí mismos, alimentando su ego y egoísmo, algunos otros dedican su vida a los demás. Personas así me desafían. Me muestran que es posible vivir por el otro y para el otro. Y me hacen pensar en lo que he hecho por mi prójimo. Y hasta donde esté dispuesto a llegar.
La Biblia está llena de historias de hombres extraordinarios. Pero los hombres extraordinarios no necesitan estar solo en las historias bíblicas. Puede que estén entre nosotros. Y más: podemos ser tú y yo. Por supuesto que no es fácil. Si fuera fácil, no serían tan raros. Pero es posible. Ejemplos como el de Albert Schweitzer muestran que sí, es posible.
Oración: Señor, quiero aprender de estas historias. Y a través de ellas, identificar qué puedo hacer para impactar este mundo. ¡Amén!
Versículo base: Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y manténte fiel. (NVI) Salmos 37:3