Sueños no tienen piernas

“Sueños no tienen piernas. Pero tú tienes. ¡Corre detrás de ellos!” Vi esta frase en la foto de portada de Facebook de mi amigo Lucas Mello. Y realmente me gusta esta frase, porque hay mucha verdad en ella.

Sueño es una palabra que tiene dos definiciones diferentes, o al menos dos aplicaciones muy distintas. Según el diccionario, un sueño es el “conjunto de imágenes, pensamientos o fantasías que se presentan a la mente durante el sueño“. Es decir, es el que tenemos mientras estamos dormidos. Sin embargo, la frase título de esta reflexión se refiere a otro tipo de sueño, en el que “soñamos despiertos“, que son nuestras metas y deseos más grandes.

Pero un sueño es solo un sueño, hasta que lo pones en papel, con fecha y una acción definida. Entonces se convierte en un proyecto! Y aquí es donde necesitas tus “piernas” para “perseguirlo“. Los sueños no se realizan gratis. No se hacen realidad mientras estamos “durmiendo“, sino cuando estamos despiertos y en acción. Y cuanto más alto sea tu sueño, más acción necesitarás.

“Por lo general, las oportunidades se disfrazan de trabajo duro. Es por eso que la mayoría de la gente no las reconoce”, dijo Ann Landers, una escritora y periodista estadounidense. Y es por la misma razón que la mayoría se rinde. Y luego, se sientan a criticar a quienes realmente “persiguen” sus sueños.

Por todo esto, la invitación de hoy es esta: levántate y corre. Corre tan rápido como puedas. Cuando te sientas cansado, elige descansar y no rendirte. Y luego, levántate y corre de nuevo. ¡Hasta que alcances tu sueño!

Oración: Señor, quiero tener la fuerza y ​​el coraje para luchar por mis sueños. ¡Amén!

Versículo base: El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas. (NVI) Salmos 126:6