Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?

Paola Velandia, mujer virtuosa. Proverbios 31:10

Estaba leyendo algunos artículos sobre las mujeres en los días de hoy y quizás el punto central de todo lo que leí fue este: hoy, las mujeres tienen el poder de elegir. A diferencia del pasado, donde las mujeres estaban destinadas a un lugar específico en nuestro mundo, hoy hay mucha más libertad para que las mujeres decidan el lugar que ocuparán en la sociedad, y esto es muy positivo, desde mi punto de vista. Sin embargo, se debe tener cuidado en la elección que se haga.

Con esto en mente, busco en la Biblia lo que ella dice sobre el papel de la mujer. Y el texto de Proverbios 31, además de ser uno de los más bellos de la Biblia, nos presenta un gran desafío: encontrar a la mujer virtuosa. Puede leer el texto completo a partir del versículo 10, pero quiero resaltar aquí algunas características de la mujer virtuosa: es trabajadora (versículos 13-15), es empresaria (versículos 16-18 y 24), ama a su prójimo (versículos 20-21), honra a su esposo (versículo 23), tiene esperanza (versículo 25) y es sabia (versículo 26).

Al leer Proverbios 31, solo puedo agradecer a Dios, porque encontré a la mujer virtuosa. Se llama Paola y es mi esposa. Y estoy aún más agradecido con Dios, porque sé que ella tuvo la libertad de elegir ser la mujer virtuosa. Entre tantos prototipos diferentes de mujeres que ofrece la sociedad, ella usó su libertad de elección para decidir ser la mujer de Proverbios 31, la mujer virtuosa, la que es difícil de encontrar.

Mi deseo hoy es que muchas mujeres puedan usar su poder de elección para decidir ser la mujer virtuosa de Proverbios 31.

Oración: Señor, te estoy agradecido por poner a una mujer virtuosa en mi camino. ¡Amén!

Versículo base: Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida. Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos. Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas. Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos. Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos. Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche. Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca. Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso. No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles. Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido. Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra. Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader. Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir. Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua. Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde. Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos. (RV1960) Provérbios 31:10-31

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