Lo opuesto al orgullo

Jesus derrama agua en un plato para lavar los pies de sus discípulos. Marcos 10:45

¿Qué es lo opuesto al orgullo? La respuesta obvia sería la humildad. Sin embargo, hay una palabra, o más bien un verbo, que representa lo opuesto al orgullo aún mejor: ¡SERVIR!

No hay nada más contrario al orgullo que servir. El orgulloso espera ser servido, el no está listo para servir. Ni siquiera considera esa posibilidad. Un jefe orgulloso jamás serviria un café a sus empleados. La persona orgullosa no levanta la basura que otra persona arrojó al suelo. El orgulloso no ayuda a un extraño a llevar un bolso o una caja. El no logra notar que alguien en su entorno necesita ayuda, porque piensa que los demás son quienes deben estar pendientes de sus necesidades. Así que si quieres luchar contra el orgullo, ¡sirve!

Jesús, en Marcos 9:35, dijo este “absurdo” a sus discípulos: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Pero Jesus no quedo solo en palabras, El nos dio su ejemplo y en Juan 13, lavó los pies de los discípulos.

¿Estás listo para lavar los pies de tu prójimo?

Oración: ¡Señor, quiero luchar contra mi orgullo sirviendo a los demás! Amén!

Versículo base: “Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.”. (NVI) Marcos 10: 45

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