Rey Midas

Barras de oro. Santiago 1: 5

El rey Midas fue un personaje de la mitología griega, con una historia que muchos conocemos. Aunque rico, su obsesión con el oro era insaciable. La historia cuenta que Baco, el dios del vino, informó sobre la desaparición de su maestro y padre creativo Sileno. Este, sin embargo, había sido encontrado por Midas, quien lo cuidó y lo devolvió a Baco con seguridad.

Baco estaba tan feliz que le dijo a Midas que podía pedir cualquier cosa. Este, entonces, debido a su obsesión con el oro, le pidió a Baco que todo lo que tocaba se convirtiera en oro. Y así se hizo. Todo lo que el rey Midas tocaba se convirtió en oro. El estaba eufórico, hasta que se dio cuenta de un gran problema: incluso la comida se tornaba oro cuando el la tocaba. Su propia hija se convirtió en oro cuando lo tocó. Su mayor deseo se convirtió en una maldición.

La historia nos enseña que a menudo deseamos cosas que pueden parecer buenas para nosotros, pero que no lo son. Y lo más probable es que en alguna oportunidad ya le pedimos a Dios cosas que no hemos recibido, ¡porque Dios sabia que no era lo mejor para nosotros! Nuestro Dios en su misericordia y sabiduría nos preserva y nos protege de nosotros mismos y de nuestros deseos. Por eso, lo más importante que debemos pedirle a Dios es sabiduría. ¡Y eso, nuestro Dios nunca nos negará!

Oración: ¡Señor, te doy gracias porque me proteges de mis propios deseos! ¡Porque no todo lo que quiero es bueno para mí! Amén!

Versículo base: “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.” (NVI) Santiago 1: 5

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *